¿Por qué nos gusta tanto nuestro smartphone? ¿Por qué existen seres humanos cuya existencia consiste en pasar de una pantalla a la siguiente? La psicología habla mucho del condicionamiento clásico, pero quizás hay algo más.
Existe una razón, probablemente la más influyente, por la que nos sentimos atraídos por nuestros teléfonos inteligentes: Nuestras pantallas pueden actuar como lo que se conoce como estímulos supranormales, y esto puede hacer que sean muy difíciles de resistir.

¿Qué son los estímulos supranormales?
El biólogo holandés Niko Tinbergen fue el primero en describir los estímulos supranormales. Tinbergen observó cómo los animales, como el pez espinoso macho, reaccionaban a ciertos estímulos, como el color rojo.
En el caso de los peces espinosos machos, defendían su territorio de otros machos. El biólogo se preguntaba qué era lo que hacía que el macho defendiera su territorio, y a través de sus observaciones y experimentos descubrió que era el vientre rojo del pez.
Entonces Tinbergen talló un trozo de madera y lo pintó vagamente como un pez, coloreó la parte inferior de un rojo intenso y lo colocó en el agua. Observó que el espinoso macho atacaba agresivamente el bloque de madera, con más fuerza y con mayor preferencia que a otro macho.
Descubrió que las versiones exageradas de otros estímulos (por ejemplo, huevos de pájaro de yeso con características extremas) también provocaban respuestas más fuertes y preferentes en otros animales. La madre pájaro se sentaba en los huevos de yeso en lugar de en sus propios huevos.
Los humanos y los estímulos supranormales
Los estímulos supranormales, en esencia, secuestran la tendencia de respuesta natural y hacen que los animales respondan con más fuerza, y a menudo preferentemente, a los estímulos exagerados.
Y lo que es más importante, los estímulos supranormales tienden a activar algunos de los mismos sistemas de recompensa en el cerebro que están implicados en la adicción.
Por ejemplo, la comida basura explota nuestra preferencia por la comida rica en calorías, alta en grasas, sal y azúcares, que alguna vez fue escasa y clave para nuestra supervivencia. Ahora podemos comprar alimentos que contienen cantidades insanas de estos elementos, prácticamente en cualquier momento y lugar.
Los fabricantes de alimentos han aprendido a sacar provecho de esta tendencia natural. Nos sentimos atraídos por estos alimentos, así que los compramos y consumimos, incluso sabiendo que no son buenos para nosotros.
La tecnología como estímulo supranormal
Entonces, ¿qué tienen que ver las tecnologías con los estímulos supranormales? Sabemos que pueden tener un control sobre nosotros de tal manera que estamos constantemente revisando nuestros teléfonos, redes sociales, enviando mensajes de texto, correos electrónicos, juegos, etc.
Pues bien, muchas de las tecnologías que más nos atraen es porque representan estímulos supranormales. Son versiones exageradas de estímulos a los que nos sentimos evolutivamente atraídos.
Tomemos como ejemplo las redes sociales. En términos evolutivos, la comunicación con los demás y el mantenimiento de relaciones sólidas son importantes para nuestra supervivencia. Somos criaturas sociales y nuestra supervivencia depende de establecer y mantener relaciones saludables con los demás.
Pero nuestra herencia evolutiva no nos preparó para estar interactuando a todas horas en una o varias redes sociales, cuyos miembros no están físicamente presentes. Además, pueden ser miles (o más) y estar dispersos por todo el mundo.
Las redes sociales pueden considerarse una versión exagerada de nuestra necesidad biológica de establecer y mantener relaciones sociales. No es de extrañar que nos cueste tanto dejar nuestros teléfonos.